BIB AZAHAR 12

UN NUEVO AMANECER

Tanto tiempo esperando aquel encuentro
y al llegar, se ensombrece la ilusión,
porque extraño resulta al contemplarlo,
transformando alegría en aflicción.

Transcurren lentamente los minutos,
las horas y los días, y el dolor
que borrara del campo la esperanza,
va cubriendo hoy el cielo de esplendor.

Quedó atrás el impacto que enajena,
se hace fuerte el sentir y, sin razón,
el amor va adentrándose en el pecho
cual daga que atraviesa el corazón.

Ya en el prado renace la esperanza;
sonrisas fertilizan su verdor,
y han brotado caricias y ternura,
regocijo, mil nanas... ¡nuevo albor!

*

NIÑA

Niña, mi pequeña flor.
Mi dulce y más tierno amor,
el aroma de mi vida.
Me inundas con tu fulgor
restañando con candor
del corazón las heridas.

Niña, mi pequeña flor.
Jazmín que inundas de olor
sentimientos y recuerdos.
La imagen que yo venero,
la niña que yo más quiero,
la reina de mis amores.

Niña, mi pequeña flor.
De mi jardín el verdor,
la frescura y la pureza.
Mi bella rosa morena,
tu ternura me enajena,
tus caricias, me fascinan.

Niña, mi pequeña flor,
que transformas con calor
en verano el crudo invierno.
Mi florecilla postrera;
convertiste en primavera
al otoño ya nacido.

¡Niña, mi pequeña flor!

*

HALLAR EN LA POESIA

Llovió tanto en mi camino
que inundose mi destino
con el rezumar del llanto
que provocó mi quebranto
marcando mi triste sino.

Quise tener armonía
y mi vida fue vacía
de paz, amor y pasiones,
sólo me dio revolcones
lo que yo creí ambrosía.

Tal talante me irritaba;
la tristeza me embargaba,
di final al desvarío
y fui cual niño que al río
las penas las arrojaba.

El llanto, se fue secando
y mi sentir sosegando,
cuando hallé con la poesía
la rotunda profecía
de estar... y seguir soñando.

*
Marisa Ferrer